Toma de escuelas en la CABA...
Hay 29 escuelas tomadas, la mitad, hace 3 semanas que no tienen clases.
Protestan diciendo que están en contra de las prácticas laborales el último año de la secundaria, que comenzarían recién en el año 2022 en solo 17 escuelas porque este plan comienza en algunas, no en todas. Dicen que serán mano de obra barata, que echarán a trabajadores para contratar gratis a los alumnos y barbaridades así que nada tienen que ver con la realidad.
Se ve que estos alumnos no tienen idea de lo que hablan porque no se los envía a trabajar, sino a aprender a trabajar. Es lo mismo que se ha hecho durante tantos años en tantas escuelas del resto del país y también algunas de la CABA.
Acá el asunto real no pasa por ahí, eso es solo una excusa solo para hacer y crear problemas al Estado. Están metidas personas que son dirigentes de partidos políticos. Hay del kirchnerismo y de la izquierda. Justamente del kirchnerismo, que planteaba el mismo tema de las pasantías laborales y que se realizaron en varias provincias, como la nuestra. ¿Cuánta gente hay en esta ciudad que tuvo pasantías laborales en el secundario? Muchísima. Pero la ex presidente se prende demagógicamente realizando un apoyo explícito en actos políticos de campaña y dando letra. La Ley de Educación Nacional del año 2006 (sancionada durante el gobierno kirchnerista) deja bien en claro que los estudiantes mayores de 16 años combinen estudios y prácticas laborales a mayores de 16 años (ver artículo 33). Esto fue refrendado por el decreto presidencial n° 1374/2011 realizado por Cristina Kirchner.
Los que llevan adelante las tomas son violentos en su proceder y también por no respetar el derecho a tener clases a los alumnos que quieren tenerlas.
Publican fotografías y videos de las barrabasadas que hacen dentro de los edificios escolares (alcohol, otras sustancias, música a todo volumen, pintadas, mugre por todos lados, etc.).
La justicia, hasta ahora, no actuó. Otra vez fiscales y jueces mirando para otro lado. Y respecto de las autoridades de la ciudad, recién el miércoles 20 la ministra de Educación se reunió con representantes de los estudiantes.
Se demuestra aquí que la educación que recibieron los alumnos que realizan las tomas y los padres que los apoyan ha sido muy deficitaria, sobre todo, en civismo. Ni idea del respeto al prójimo, la no violencia, el comportarse debidamente en edificios públicos. Sobre todo, la bajada de línea de un sistema educativo que mal entiende el significado de derechos humanos, la ausencia de respeto por la libertad confundiéndola con libertinaje, respeto por la ley, la insubordinación hacia el contrato social y la Constitución Nacional, la subversión de los valores por parte de la justicia que no protege a las víctimas de los manifestantes.
Sarmiento, la disyuntiva "civilización o barbarie" sigue vigente. Muy triste.
¿Y qué pasa con quienes quieren tener clases? No pueden. Son violentados, amenazados, patoteados. En varias asambleas los padres que se oponen a las tomas fueron insultados, amenazados... En varias escuelas no los dejaron hablar.
Entre esta toma y los paros docentes ya hubo más de 40 días perdidos de clases.
Algunos padres que se animaron a hablar con la prensa y que están en contra de las medidas cuentan cosas que son surrealistas. Y hacen un llamado a todos los padres para que vayan a votar a las asambleas ya que la mayoría está en contra, pero no participa. No van por miedo o porque no quieren tener problemas.
Algunos ya fueron a la Defensoría del Pueblo y al Ministerio a plantear el problema. Ahora, una acotación... ¿Hace falta hacer eso para que las autoridades se muevan y poner las cosas en su lugar? ¿Cómo puede ser que sean 20 o 30 alumnos por escuela los que realizan las tomas, y el resto, dónde está?
Y los padres que apoyan esto plantean que son ellos y sus hijos los que tienen que decidir sobre la educación.
Sí, seguro... El enfermo le va a enseñar a operar al cirujano.
Todo está trastocado.
A tal punto llega esta locura, que me entero de que hay directores que labraron actas con los centros de estudiantes por las cuales se hace constar que se hace entrega de las llaves de la escuela. Mariano Narodowski se pregunta ¿dónde están los adultos? Y esto se ve en que la justicia no actúa; que el poder ejecutivo no actúa. Los docentes están ausentes. Algunos padres apoyan esta salvajada, otros protestan y la mayoría no quiere meterse.
Hay leyes que prohíben la usurpación del espacio público, hay leyes que garantizan los derechos de las personas, como el de educarse. Hay una ley y un decreto realizados por el gobierno kirchnerista que deja en claro que deben realizarse pasantías laborales, pero son ellos mismos los que fogonean este desquicio.
Es decir... Los que realizan las tomas están organizados y reciben asistencia política. Los que no están con las tomas fueron tomados de sorpresa y les cuesta organizarse (algunos padres lo hicieron, pero no son mayoría). La mayoría de los padres y alumnos no participa, no se mete, no quieren tener problemas de amenazas o aprietes. Es el que dice "es el gobierno el que tiene que actuar", y no les falta razón, pero el gobierno no actúa debidamente.
Y en todo esto, se ve claramente que los docentes están totalmente desdibujados de su función pedagógica. Son los docentes los que deberían haber tenido diálogo directo con sus alumnos y derivar la protesta, cualquiera sea, pedagógicamente, no en acción directa de tomar una escuela. ¿Qué enseñan, no saben lo fundamental del contrato social, son militantes de partidos políticos o educadores?
Nadie cumple con su obligación. Nadie se hace responsable de algo. Los adultos no tienen autoridad real, no la ejercen. Ni las autoridades, ni los funcionarios y tampoco los padres.
Alfredo Serra nos cuenta una anécdota...
El huevo de la serpiente es antiguo. Séame permitido un recuerdo infantil. Gobernaba Juan Domingo Perón. Por decreto o ley, se equipararon los sueldos de los maestros con los del personal de maestranza: porteros, celadores, maestranza. Una noche salía yo del cine, a la sazón en segundo o tercer grado, con mis padres. Unos pasos adelante, escena típica de un barrio, caminaba mi maestra, y casi a la par, la portera de aquella modesta escuela pública de Núñez. Que se acercó a la maestra, y le dijo:
–¿Vio? Ahora somos iguales.
–No, señora. Ahora ganamos igual. Porque yo puedo limpiar un baño, pero usted no puede dar una clase…
Era mil novecientos cuarenta y siete. A mi breve edad, no comprendí el episodio. Pero los años y las décadas y hasta mi experiencia como profesor me iluminaron. O mejor: me ensombrecieron. Porque la Argentina, tierra de promisión según su preámbulo, su Constitución, sus leyes y su historia… empezaba a nivelar hacia abajo. Que, en términos de educación, equivale a suicidarse.
Este tipo de situaciones son las que han hecho que la escuela pública esté perdiendo alumnos que se van a las escuelas privadas. Y los ideólogos militantes radicalizados son los que quieren destruir a la escuela privada por ser un obstáculo para su utopía igualitaria. Siempre al que le va bien en algo, hay que destruirlo.
Es decir, nivelar para abajo. Ahora resulta que alumnos que ni terminaron el secundario pueden imponerse a autoridades, jueces, la ley, la Constitución y a sus propios padres planteando que el gobierno los quiere hacer trabajar gratis para los capitalistas explotadores. Discurso viejo y sin base real pero que tiene la misma lógica: Plantean desde esa mentalidad de nivelar para abajo que una empresa u oficina estatal preferirá a un adolescente que nada sabe sobre el trabajo a realizar para reemplazar a gente que sabe hacerlo y tienen capacitación y formación de muchos años. Y, además, no quieren ver que no es ir a trabajar sino ir a aprender a trabajar. No quieren ver la diferencia porque piensan que nadie debe enseñarles algo; todos son iguales, esa es la "ideota" de fondo.
Todo esto está manejado políticamente desde quienes piensan que "cuanto peor, mejor". Los alumnos, ni idea de lo que se plantea y a quiénes se plantean. Porque, por ejemplo, las escuelas que dependen de la UBA no entran en esta reforma educativa pero sus alumnos repiten el discursete de barricada como si a ellos los afectara. Todo muy evidente en cuanto a que está armado.
Y ahora viene la pregunta del millón... ¿Quiénes se harán responsables por los destrozos? No solo los materiales a las instalaciones escolares, también los destrozos a la educación en sí con días perdidos, el destrozo a los valores, el destrozo a la institucionalidad y la ley... El destrozo de la sociedad y el contrato social basado en derechos, obligaciones y el respeto por el prójimo.
Resumiendo…
Los adultos están ausentes.
Estos adolescentes que no comprenden textos simples, menos van a entender que el favor se lo harían las empresas a ellos. ¿Otra generación tirada a la basura?
No quieren hacer las prácticas laborales pero exigen que se les permita la práctica política. Si van a tomar escuelas empiecen por los Jardines de Infantes, ahí los niños son obligados a trabajar, haciendo horribles collares de fideos.
Programa "Se Pudrió Todo", FM 88.7, Radio City de la ciudad de San Nicolás, provincia de Buenos Aires, República Argentina.
21 de septiembre de 2017.
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