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El franquismo

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Descripción de El franquismo

historia exhumación españa franquismo franco


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Comentarios

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Anónimo

bravo!!! Jano. felicidades

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Gersy Espinosa Delgado

Te falto agregar a Fide Castro como dictadura pésima.

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Anónimo

En una palabra genocida

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Anónimo

Un mediocre acomplejado a quien la historia le dió la triste oportunidad de actuar como un psicópata y la aprovechó todo lo posible.

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Ángel Ribes Campoy

Como uds saben, muchas personas consideramos a Franco un gran estadista, probablemente el de más altura que ha tenido España en varios siglos. De esa opinión se deduce la capital importancia, moral y política, de respetar y mantener su memoria como una inspiración y orientación permanente, pese a que su régimen no pueda volver.  Uds, en cambio opinan que fue un tirano sanguinario que acabó con las libertades, un criminal comparable a Hitler, como repiten a menudo, y cuya memoria debería ser denigrada y sus hechos condenados, a cuyo efecto han  impuesto una ley  llamada “de memoria histórica”.    No les niego a uds el derecho a sus opiniones, como defendemos el nuestro a las nuestras; derecho otorgado  por la ley,  no por ustedes. Pues, como en el caso de la ideología LGTBI, ustedes están tratando de aniquilar los derechos y la libertad de quienes discrepamos de sus ideas. A ese fin han impuesto una ley radicalmente antidemocrática: en ninguna democracia se impone por el poder una versión de la historia. De acuerdo con ella pretenden uds. eliminar no solo el derecho a otras opiniones, sino también las libertades de expresión, investigación y cátedra. Es decir, están tratando de destruir la democracia, pues las libertades son indivisibles, y al atacar las de unos se atacan las de todos, utilizando el poder tiránicamente. Cosa que no debemos consentir so pena de degenerar en un país de siervos.      Por otra parte, la libertad de expresar opiniones no convierte a ninguna en veraz, pues la veracidad no depende de derechos, sino de hechos. Y  nuestra opinión se sustenta en los siguientes: Franco dio paso a la paz interior más  larga en varios siglos, que todavía dura,  tras la guerra civil.  Ganada esta libró a España de las atrocidades de todos los bandos en la guerra mundial y venció al maquis, una peligrosa guerra de guerrillas comunista. Derrotó asimismo un aislamiento criminal (pues intentaba crear en España una gran hambruna), impuesto conjuntamente por regímenes comunistas, dictaduras varias y democracias. Los odios que habían desgarrado la república desaparecieron pronto, y, por abreviar mucho, el franquismo dejó un país próspero como una de las diez mayores potencias industriales del mundo, sin apenas analfabetismo, con tasas de crecimiento nunca alcanzadas antes o después, con una de las esperanzas de vida mayores del mundo, y la mejor salud social de Europa en términos de delincuencia y población penal, suicidios, droga y alcoholismo, prostitución, fracaso familiar y escolar, etc. Y ya que a ustedes les gusta equiparar a Franco con Hitler, el alemán dejó a su país en ruinas, mientras que el español hizo lo contrario, y solo este dato echa por tierra sus comparaciones. Permítanme añadir que esto no son opiniones, sino hechos bien constatables y constatados, por mucho que ustedes procuren desfigurarlos u ocultarlos. Dicho de otro modo, Franco dejó un país apto para una democracia no convulsa, muy distinta de la república y del Frente Popular, pues las democracias no funcionan en sociedades míseras y plagadas de odios. No obstante, para ustedes el hecho mismo de ganar la guerra civil sería la máxima culpa, que borraría cualquier otro mérito, porque habría derrocado a un régimen legítimo, democrático y salido de las urnas. ¿Fue así? ¿Salió de las urnas el Frente Popular? Hoy sabemos sin lugar a dudas que aquellas elecciones de febrero de 1936 fueron fraudulentas, destruyendo la legalidad republicana. En otras palabras: si uds llaman democráticas a aquellas urnas, ya sabemos la clase de “democracia” que uds. defienden. Ahora bien, la destrucción de la legalidad es lo más grave, pues con ello se impide la convivencia en paz y libertad entre las distintas orientaciones e intereses existentes en todas las sociedades. Y uds vuelven a intentarlo hoy al introducir solapadamente leyes totalitarias como la LGTBI o esta de memoria histórica. Por lo demás, el fraude electoral del 36 fue seguido de cinco meses de orgía de incendios y crímenes que el propio Azaña consigna, con 300 muertos y ruina económica, culminados en el asesinato del jefe de la oposición, Calvo Sotelo, culpable de denunciar aquella tiránica e intolerable situación. Estos también son hechos indiscutibles y bien documentados, que uds pretenden ocultar despóticamente.    Y contra la censura que quieren implantar uds. conviene recordar qué fue el Frente Popular derrotado por Franco: una alianza de hecho entre separatistas y totalitarios, en la que participaba su partido, el PSOE. Un régimen que amenazaba gravemente la integridad nacional y empujaba hacia un totalitarismo de tipo soviético,  uno de cuyos puntos clave era el exterminio de la cultura cristiana y de la propia Iglesia, un verdadero genocidio. Esto tampoco es opinión, porque los documentos de su partido, que he recopilado en varios libros, lo exponen literalmente. Y ese fue el sentido de la guerra: un conflicto, llevado al extremo por el arrasamiento de la legalidad, entre quienes querían tales cosas y quienes trataban de impedir el comunismo, mantener la unidad nacional y la cultura cristiana.     Tal fue la causa y contenido de la guerra. Pero uds. pretenden difuminarlo con un vocerío incesante,  subvencionado con dinero que no es suyo, sobre los crímenes que habrían cometido los nacionales. Hasta hablan de fosas comunes como en Camboya equiparando ahora los supuestos crímenes del franquismo con los del comunismo.   Volvamos de nuevo a los hechos. Toda guerra ocasiones por los dos lados víctimas y crímenes, porque la ruptura de la legalidad rompe a su vez todos los frenos. Uds llevan veinte años gastando dinero de todos en excavaciones y sobre todo en propaganda. En tanto tiempo han sacado unos 2.000 restos, entre los que se encuentran personas fusiladas, caídas en batalla enterrados con premura, y hasta huesos de cabras y perros que han intentado hacer pasar por humanos, como en Órgiva. No han dado un informe fidedigno de tantos años de excavaciones ni han hallado una sola fosa masiva como la que uds produjeron en Paracuellos. En cambio se han inventado cien mil restos por descubrir, lo de Camboya, cunetas, etc.,     Por otra parte, presentan uds sistemáticamente a los fusilados como honrados republicanos asesinados por sus ideas. Sus ideas eran precisamente la disgregación de España y la implantación de uno o varios regímenes totalitarios. Y tampoco fueron fusilados por eso, sino por crímenes concretos como el de Paracuellos y tantos otros cometidos por aquellos honrados idealistas, a menudo con sadismo escalofriante. También olvidan uds que aquellos idealistas tenían tal afición a la guerra civil que la practicaron entre ellos mismos, con numerosos asesinatos y torturas. Hechos.     Y, para concluir, olvidan que los jefes socialistas huyeron al exilio llevándose grandes tesoros expoliados y abandonando a su suerte a sus sicarios. Así, cayeron estos en manos de los vencedores, que los juzgaron,  ejecutando a unos doce mil. Sin duda caerían algunos inocentes, dada la emocionalidad de la época, pero lo común fue lo contrario. Y estos son los hechos básicos que importa mucho explicar una y otra vez para poner en su lugar la infame e ilegítima propaganda en curso.    Terminaré con otra acusación muy esgrimida por uds., presentándose como apóstoles de la libertad, que habría sido suprimida por el franquismo. Si libertad era y vemos que sigue siendo, la del totalitarismo, mientras que el franquismo mantuvo la libertad personal. Importa discernir entre libertad personal y libertades políticas.  En el franquismo hubo amplia libertad personal, como certifica el alto grado de salud social arriba mencionado. En cambio fueron restringidas las libertades políticas, especialmente para comunistas, terroristas y separatistas, cosa inevitable porque ellos habían hecho imposible la convivencia pacífica entre los españoles. La libertad personal en el franquismo, señalada por Julián Marías, explica también que Franco no tuviera oposicióndemocrática, quitando pequeños amagos e intrigas. La oposición fue comunista y/o terrorista. La “libertad” del PSOE era, y como vemos sigue siendo, la del totalitarismo, que anula tanto la personal como las políticas.    Su partido, el PSOE, señoras y señores del gobierno, tampoco hizo oposición reseñable al franquismo (la hace ahora, claro). Y sin embargo fue durante la república más totalitario y guerracivilista que el PCE. Y fue el que puso al Frente Popular en manos de Stalin al entregarle ilegalmente las reservas financieras del país. Hechos, nuevamente. En la guerra, el PSOE perpetró, como lo demás,  innumerables asesinatos y torturas, pero se distinguió especialmente por sus corrupciones en la adquisición de armas y por el expolio sistemático de bienes privados, incluso de las pequeñas alhajas de gente humilde depositadas en los montes de piedad, y sobre todo del patrimonio histórico-artístico español. La disputa entre Prieto y Negrín en el exilio por el tesoro del  yate Vita resume perfectamente esa realidad. Uds ensalzan mucho a Negrín, y por algo será. Y luego no tuvieron el valor de los comunistas para proseguir la lucha contra Franco.    Uds hablan de juzgar políticamente a quien les derrotó y de montar una “Comisión de la Verdad”, que en sus manos solo puede ser un sarcasmo. Verdaderamente, su descaro y osadía no tienen límites, como cuando invocaban sus imaginarios “cien años de honradez”. La verdad, condensada muy brevemente en esta carta no precisa comisión porque está investigada. Sí convendría una Comisión de la Información, porque es una verdad sistemáticamente ocultada por ustedes y sus subvencionados. La historia se resume así: totalitarios y separatistas destruyeron la legalidad republicana y causaron la guerra civil. El régimen de Franco superó aquellos males y la miseria y los odios, creando condiciones para una democracia real. Y de nuevo ustedes,  junto con los separatistas y con apoyo implícito del PP, están arrasando los fundamentos de la democracia, atacando la libertad de todos y creando condiciones para nuevos conflictos.   Y finalmente, ¿qué revelan sus ataques a la libertad y su imposición violenta de la censura? Revelan  precisamente la debilidad de sus propias opiniones, incapaces de sostenerse en un debate abierto y civilizado, por lo que solo podrían apoyarse en el silenciamiento del discrepante.     Les invito a reflexionar sobre estas cosas y, sobre todo, invito a las personas de espíritu democrático y amantes de la libertad y de España, a llevar a cabo la necesaria batalla cultural y por las ideas. Porque de ello depende la continuidad de España y de la democracia.

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Ángel Ribes Campoy

Munición para los artilleros **El PSOE es el partido español  de historia más criminal y corrupta del siglo XIX y lo que va del XX. El desconocimiento de este hecho convierte la política en farsa, y ha sido posible por la colaboración de una derecha infame. **Con la totalitaria ley de memoria histórica, Juan Carlos firmó su propia deslegitimación. Con la profanación de la tumba de Franco, el Doctor Saunas y los separatistas, y por inhibición el PP) han propinado a la monarquía un nuevo y feroz golpe. **El único medio de que el Doctor y sus aliados Torra, Otegui o el PNV sean desplazados sin que se vuelva a la misma política, es el voto masivo a VOX. **El PP es un partido en descomposición dirigido por un chiquilicuatro y  con verdaderas taifas en Galicia, Vascongadas, Andalucía o Murcia. Siempre siguiendo las iniciativas del PSOE y los separatistas. **El PSOE y los separatistas nunca habrían llegado a traer a España una situación crítica y el golpe de estado permanente sin la colaboración del PP y de la jerarquía eclesiástica. **La “memoria histórica”, la memoria de Franco, los separatismos y la historia criminal del PSOE deben ser los ejes de  una campaña electoral nueva. **En los muros y redes sociales deberían multiplicarse frases como esta: “Viva Franco, abajo los corruptos, separatistas y golpistas” - O esta: “¿Por qué atacan a Franco el PSOE, de historia criminal y corrupta, los separatistas y un PP que escupe en las tumbas de sus padres? **Franco murió hace 44 años. Dejó un país próspero y reconciliado, apto para una democracia sin convulsiones. Democracia y convivencia que hoy destruyen los antifranquistas de historia criminal. **En el patriarcado las mujeres se suicidan mucho menos que los hombres, delinquen muchísimo menos, viven más tiempo… Y para demostrar su felicidad, sonríen mucho más. Conocer lo que fue el franquismo es esencial para mantener la democracia y la unidad de España: Los Mitos Del Franquismo (Historia) *************** Al ver cómo la democracia ha traído al poder a canallas como Zapatero o el Doctor, muchos concluyen que la democracia es el mal. Entonces los sistemas no democráticos serían los que permitirían gobernar a los mejores, estupidez que la historia desmiente contundentemente. La mayoría de los reyes han sido mediocres, algunos pésimos y muy pocos realmente excelentes. Lo mismo ocurre con los dictadores. No existe ni existirá ningún sistema que asegure el mejor gobierno. Y no es la democracia la que ha traído a Zapatero, sino los errores y oportunismos de otros. Pero, dicen, ¿y el franquismo? ¿No fue excelente?  Como recordaba Fernández de la Mora, el franquismo solo puede entenderse como una etapa histórica, de ningún modo como una ideología. Ni siquiera como un régimen fácilmente indentificable, pues fue notablemente distinto el de los años 40-50 y el de los 60-75. Antes de la república, Franco sirvió fielmente al régimen demoliberal de la Restauración. Durante la república, manifestó adhesión a ella considerándola una democracia. ¿La prueba? En el primer bienio gobernaron los “malos”, llevando al país a una situación caótica. Pero en las elecciones de 1933 ganaron “los buenos” democráticamente –lo que revela que en democracia pueden ganar “los buenos”–, y sus dos años de gobierno fueron los mejores de la república. Izquierda y separatistas se rebelaron contra la legalidad democrática y fueron derrotados y como se recordará, Franco defendió entonces  la  legalidad democrática. Aunque luego el derechista Alcalá-Zamora, una especie de orate que obró semidictatorialmente, echara a perder los frutos de aquella victoria. Las reglas del juego volvieron a romperse con las elecciones del 36, cuyo carácter fraudulento fue denunciado desde el primer momento por el mismo Franco y otros, aunque no se vieron capaces de cambiar las cosas.  Aun así, no se rebeló hasta que el asesinato de Calvo Sotelo le convenció de que seguir sirviendo a una gobierno semejante era completamente inmoral. Se sublevó, recuérdese, en nombre de la república. No obstante, Franco comprendió algo que no entendieron los monárquicos ni la mayoría de los generales: que ganar una guerra para volver a una situación como la de la república o la de la Restauración era absurdo.  Era preciso crear un nuevo sistema de gobierno aprovechando experiencias diversas, entre ellas las del fascismo italiano y del salazarismo, pero dándoles un tinte católico y manteniendo bajo la rienda a la cuádriga de Falange, carlistas, monárquicos y católicos políticos (es difícil llamar a estos últimos (¿episcopales? ¿clericales?)  pese a ser la fuerza más importante. Falange y los monárquicos eran políticos católicos, mientras que los tradicionalistas y los episcopales eran católicos políticos. La diferencia importa).  La tarea exigía una capacidad ý visión política excepcionales y Franco las demostró. En cambio, basta  valorar a sus colaboradores y personal político para entender que ninguno tenía su talla ni podía ser su sucesor al mismo nivel. En principio se trataba de superar tanto la ideología marxista como la liberal, pero eso nunca se consiguió realmente. No hubo, hay que repetirlo una ideología franquista, pues no lo fue ni el tradicionalismo carlista ni la Falange ni el monarquismo liberal o autoritario. Si acaso el “catolicismo social”, y ya sabemos lo que ocurrió después con él. El franquismo no cesó de liberalizarse desde principios de los 60, y no solo económicamente (en economía siempre fue predominantemente liberal).  La abolición de los partidos no fue ni mucho menos la causa del éxito del franquismo. En realidad solo fueron prohibidos los causantes de la guerra civil, pero los  vencedores formaban en realidad cuatro partidos no bien avenidos, y cada uno de ellos con distintas corrientes, una de ellas abiertamente antifranquista. Estos cuatro partidos (“familias”), se hallaban en los años 70 en  plena descomposición, y ninguno de ellos ni todos juntos estaban en condiciones de mantener un régimen que se volatilizaba.    Franco, por cálculo o intuición, consiguió dos victorias últimas: que el Vaticano II no provocase un derrumbe como el del salazarismo portugués, y, póstumamente, a  través de Fernández Miranda, el referéndum de 1976, con la democratización “de la ley a la ley”, siempre olvidado deliberadamente  por unos y por otros. Con ello se consiguió algo que normalmente permiten las democracias y raramente los sistemas autocráticos: un gran cambio de poder pacífico y sin demasiados traumas.    La democracia obliga a los partidos a luchar por la opinión pública, lo que puede hacerse mejor o peor: una buena causa es a menudo muy mal defendida. Por tanto se corre el peligro de que los demagogos se impongan, lo mismo que un régimen autoritario tiene el peligro de que su líder sea un inepto o un loco, hecho no inhabitual. Así es la realidad humana. Una ventaja de la democracia es que, si se respetan los resultados electorales y el estado de derecho, la política puede cambiar sin  grandes trastornos, y que si se demuestra perjudicial puede corregirse en otras elecciones.  En la república fue posible una rectificación –y en parte se consiguió– del caos del primer bienio, y no se olvide que fue un líder conservador, obrando contra la norma parlamentaria, quien esterilizó su doble victoria, electoral y anti insurreccional.    Los peligros de la democracia son reales, pero lo que ha pasado en España con Zapatero, Rajoy y el Doctor no es un problema de la democracia, sino de su erosión y progresiva destrucción por unos elementos demasiado parecidos a los que destruyeron la legalidad republicana. Y que con el mayor descaro –y aplauso de los ilusos antidemócratas de derecha— están acabando de hundir el gran acuerdo democrático de  1976. Es indispensable reivindicar la figura y los logros del franquismo no porque sea posible volver a un sistema de gobierno como aquel, sino porque,  precisamente sus logros permitieron la posibilidad de una democracia.

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Álvaro Infante

Enhorabuena por hacer un análisis breve que culmina en un balance objetivo e imparcial de esta etapa de nuestra historia. A parte del pueblo español le cuesta aceptar nuestra historia y a fin de cuentas nuestra identidad por culpa del partidismo que infecta con su ideología una ciencia como es la historia.

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Maria Breton

Muy interesante y cierto!!

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Anónimo

Me gustó la exhumación. Creo que debía hacerse. Lamento la no comprensión de la Familia Franco que con sus recursos intentó detener la medida. Ahora descansa donde siempre quizo. En un cementerio como cualquier otro sin monumento. El problema ahora es convencer a los votantes de izquierda española que acepten que la historia no se puede cambiar y que es conveniente mirar al futuro y no vivir de un pasado que ni vivieron, ni fueron víctimas, ni son hijos ni nietos (en muchos casos) sino victimas de un trauma inventado. Construido y elegido en su juventud. Los nacidos en los 80's son los peores. Los mas sobreactuados. Dignos de analisis psicologicos. Seres enfermos de ideología

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golipo

Vaya análisis de barra de bar...

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