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Era Alemán y muy amigo de sus amigos, callado y hombre de muy pocas palabras pero, las que pronunció se dejaron oír provenientes desde su más sentido y poder profundo de auto convencimiento, de lo que le fomentaba el asentamiento veraz e impulsor de sus arrancadas para querer necesitar efectuar sus tonalidades sonoras y verbales, nacidas y, como escribo aquí, emanadas de su verdad más prominente. No cambiaba sus muecas de agnosticismo ante cualquier desarrollo de opiniones no compartidas con su verdad, prefería callar y escribir sus libros 📚, en los cuales plasmó tantas y tantas opiniones personales recibidas, precisamente de sus rebuscadas verdades; verdades con nombres propios, sin tachaduras, gallardamente, porque estaba totalmente convencido de la implicación, motivos que impulsaron a ello, intereses macabros y oscuros que, y por poner un ejemplo rápido el del controvertido caso del aceite de colza desnaturalizado y que se cobró tantas y tantas vidas en España. Prefirió destapar la olla en la que, posiblemente hervían - según todas sus vertidas creencias y opiniones, en cierto modo investigadas tanto en tinta impresa como en las diversas intervenciones públicas y comunicaciones en radio y televisión - todas las posibles personas manchadas con actos criminales. Se habla de la posibilidad de inoculación en su sangre 🩸 del terrible virus del VIH. Siempre afirmó no pertenecer a esos colectivos promiscuos en la época en los que más infectados se registraron entonces, aunque en el caso de Andreas Faber Káiser, el cual se auto retrataba de no ser homosexual pero que, él comentaba en vida de que seguramente lo pudieron infectar transmitiéndole el virus, igualmente que a otras víctimas del Sida por transfusiones sanguíneas, tal como a los hemofílicos o necesitados de bolsas de sangre contaminada por culpa de accidentes, operaciones quirúrgicas u otras circunstancias necesitadas de incorporación de sangre externa. Todo esto se ha afirmado pero, claro está que son esas hipótesis sobre su desgracia y que la motivaron intenciones de venganza, desde la oscuridad 🌑 más dañina y dañada por todos sus comentarios y denuncias efectuadas porque, Andreas Faber Káiser fue un hombre parco en palabras, tímido, pero muy lanzado a hablar sin tapujos y mucho ante ciertos temas y asuntos, muy delicados para ser señalados directa y fríamente. Todo eso se ha comentado sobre su enfermedad y su muerte pero, también nos restan esas obras suyas y las opiniones positivas vertidas hacia su labor y persona.
bien!
Muchas gracias por este gran audio para rendir homenaje al Gran Antonio José Alés y su programa Medianoche, que a su vez homejeaba al Gran Andreas Faber Kaiser por su fallecimiento. Un auténtico tesoro radiofónico.
Felicidades, y gracias por el audio. Escuchaba a Antonio en los ochenta.
Qué buen audio!! Dos grandes homenajeando a otro grande. Gracias!
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