Hechos 9:5-19 La Biblia de las Américas (LBLA)
5 Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y El respondió: Yo soy Jesús a quien tú persigues; 6 levántate, entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer. 7 Los hombres que iban con él se detuvieron atónitos, oyendo la voz, pero sin ver a nadie. 8 Saulo se levantó del suelo, y aunque sus ojos estaban abiertos, no veía nada; y llevándolo por la mano, lo trajeron a Damasco. 9 Y estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.
Ananías visita a Saulo
10 Había en Damasco cierto discípulo llamado Ananías; y el Señor le dijo en una visión: Ananías. Y él dijo: Heme aquí, Señor. 11 Y el Señor le dijo: Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarso llamado Saulo, porque, he aquí, está orando, 12 y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista. 13 Pero Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto mal ha hecho a tus santos en Jerusalén, 14 y aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre. 15 Pero el Señor le dijo: Ve, porque él me es un instrumento escogido, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, de los reyes y de los hijos de Israel; 16 porque yo le mostraré cuánto debe padecer por mi nombre. 17 Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos sobre él, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo. 18 Al instante cayeron de sus ojos como unas escamas, y recobró la vista; y se levantó y fue bautizado. 19 Tomó alimentos y cobró fuerzas.
Y por varios días estuvo con los discípulos que estaban en Damasco.
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