Ahorra 5 meses con 1 año de Premium al 35% dto ¡Lo quiero!
Sincretismo y masonería en la sociedad actual

Sincretismo y masonería en la sociedad actual

Audio no disponible. Inténtalo más tarde.
  • Descargar
  • Compartir
  • Me gusta
  • Más
Preparando para la descarga

Preparando audio para descarga.

Escucha patrocinada. El audio empezará en pocos segundos...

Escucha sin anuncios y sin esperas con iVoox Premium

Pruébalo Gratis

X

Descripción de Sincretismo y masonería en la sociedad actual

paranormal leyendas parapsicología más allá enigmas desconocido extraterrestres


Este audio le gusta a: 6 usuarios

Comentarios

Por decisión del propietario, no se aceptan comentarios anónimos. Registrate para comentarlo.
Ángel Ribes Campoy

Al escoger el camino de la verdad, la sociedad va a hacer todo lo posible para que vuelvas a ser “uno más” del rebaño. Te llamarán todo tipo de nombres despectivos y, en vez de debatir calmadamente y usando la lógica, intentarán ridiculizarte y atacarte personalmente. Pero como dijo Charles Simmons: “El ridículo es el primer y último argumento del necio”. Y es que la verdad nunca va a ser bien recibida por el ciudadano medio adoctrinado que se informa únicamente a través de los mass media controlados por el Gobierno “En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario” Nos prefieren encerrados y deshumanizados dentro de una Matrix materialista. Las consecuencias de una sociedad alejada de Dios se pueden ver claramente en la actualidad: las personas se han vuelto materialistas, superficiales, egocéntricas, distraídas con cosas mundanas sin importancia y reacias a lo espiritual. En adición, es mucho más sencillo manipular a una sociedad que no tiene valores morales objetivos. Lo que está bien y lo que está mal se vuelve “relativo” y fácilmente moldeable por parte del Gobierno, que usa los medios de comunicación como instrumento para controlar a las masas. Como dijo Jim Morrison: “Quien controla los medios de comunicación, controla las mentes”.No se preocupe por todas aquellas personas que han despertado y conocen nuestra agenda, la gran mayoría de gente simplemente piensa que ellos son sólo unos teóricos de la conspiración delirantes, por lo tanto divide a las masas aún más. Esto es un gran ventaja, recuerda..... Divide y veceras" Jacob Rothschild

Por decisión del propietario, no se aceptan comentarios anónimos. Registrate para comentarlo.
Ángel Ribes Campoy

Fuimos nosotros los primeros en gritar ante el pueblo: libertad, igualdad y fraternidad. Estas palabras las repiten frecuentemente desde entonces irreflexivas cacatúas de todas partes del mundo. Repitiéndolas, han despojado a la sociedad de la prosperidad material y al individuo de la libertad personal, que es ya una antigualla. Ni siquiera los gentiles más aguzados han reflexionado sobre lo abstracto de esas tres palabras: las pronuncian sin considerar que no concuerdan unas con otras y que se contradicen. No comprenden los sabios gentiles la desigualdad natural: la naturaleza invento tipos disímiles, muy desiguales en inteligencia, carácter y capacidad. Tampoco entienden la sumisión a las leyes naturales. Estos pretendidos eruditos no han descubierto aun que las masas son ciegas, como lo son también aquellos que salen de su seno para gobernar. No han considerado que un hombre mediocre, con la preparación necesaria, gobernara; sin embargo, un genio, sin dicha instrucción, se hallara despistado en la política. ¡Todo esto se les ha escapado a los gentiles! Sobre esas bases se fundamentaba el régimen dinástico. El padre enseñaba al hijo el sentido y la marcha de las evoluciones políticas; de tal manera, excepto los miembros de la dinastía, nadie, ni el pueblo gobernado, conocía la política. Con el tiempo, el sentido de los principios que habían sido trasmitidos de generación en generación se perdió. Es precisamente esta perdida la que apresta al triunfo de nuestra causa.

Por decisión del propietario, no se aceptan comentarios anónimos. Registrate para comentarlo.
Ángel Ribes Campoy

Las ovejas negras siempre han sido mis favoritas, seguramente yo seré una de ellas yo no busco ser una oveja blanca; no trato de encajar con el rebaño. Soy una oveja negra, lo sé, vivo y punto. De tod@s nosotr@s se ha esperado siempre que seamos ovejas blancas y que, encima, nos matemos por querer tener el blanco más impoluto del rebaño, es lo que nos inculcan desde que nacemos; ser una oveja blanca, como si no fuera suficiente el hecho de ser una oveja. Y ahí está el problema, lo que se espera de nosotros, lo que se espera de ti o de mí. De mí se espera…que sea una persona “normal”, ya sabes, con las típicas ambiciones sin destacar demasiado, con tus temas de conversación típicos sin mucha profundidad… y, si vas a profundizar, que sea sin tomar acción, esa acción que tanto necesita el campo.Y si en una de éstas se nos ocurre pensar, que sea dentro del formato tradicional del pensamiento único, no te vayas muy lejos, no sea que te dé por cuestionarte el sistema que ya estaba antes de que tú existieras. En este rebaño tienes que pensar A o B…, o blanco o negro. Y es curioso, porque casi todo en la vida suele ser gris. De mí se espera, que pierda lo más sagrado que tengo, mi libertad de expresarme y de opinar. Que pierda el tiempo, y que lo haga entre las pantallas; del móvil a la tablet, de la tablet a la tv y de la tv vuelta a empezar. De mí se espera, que mis deseos y sueños sean bastante previsibles: ganar dinero para poder comprar el cochecito, la casita, ropita suficiente para tener tu «outfit del día», alguna operación y algún viaje de vacaciones. El monto de la ganancia debe verse reflejado en el coche que conduzcas, la casa en la que vivas, la ropa que te pongas, la tecnología que uses, los viajes que publiques en Instagram, … Prácticamente con todo lo que me ha costado el tiempo de mi vida. De mi se espera, que desee querer tener todo lo que te ponen en los escaparates de lo innecesario: Que desee querer ropa de marca, como si la necesitara; que desee tener coches de grandes firmas, como si tuviera que correr más que los demás… para que paradójicamente, el único que corra, sea mi ego. De mi se espera, que me invada la necesidad de «titulitis» para sentirme «alguien con futuro»; Grados, masters, idiomas en el extranjero y todo lo que suene a haberme dejado un pastón en mi formación, para que luego pase a ser nadie entrando a trabajar a las 7 am y me deje explotar por 4 duros haciendo mil horas extras, y que me mantenga en esa situación «de mierda», con la ilusión de que, en algún momento sean 5 en vez de 4 los duros. Y ya, cuando le pida ese aumento que no llega a «los duros», éstos pondrán a otro que tenga la paciencia intacta para seguir alimentando el mismo ciclo vital «Millennials Tour»… De mí se espera, que me sienta un privilegiado si gano más de 1.000 euros, para alquilar una casa de 1 habitación por 700, agua, luz, internet aparte; comer, vivir y ahorrar para una pensión, que posiblemente nunca termine debajo de mi colchón. De mí se espera, que me cabree mucho, no por todo lo anterior, sino que me cabree cuando pierda el Madrid (o el Barça), cuando salga tu concursante favorito de Gran Hermano, que te indignes cuando veas cualquier noticia sensacionalista con una duración efímera: ya sabes…Catedral de Notre Dame, niños que desaparecen, Franco, supuestos disparates de Vox, Incendios, Cataluña, Cataluña y más Cataluña; “AL PUEBLO PAN Y CIRCO”,  como decía el César (aunque la verdad esta frase se origina en Roma en la Sátira X del poeta romano Juvenal ) … en definitiva, que te cabrees mucho con la tele.. Y se espera, que me convenza de que el futuro «más seguro» es ser funcionario y, como todos tienen la misma convicción, ser funcionario se convierte en otro sueño poco alcanzable. Porque de mí se espera, que viva por y para mantener este sistema de consumo obsoleto que va deteriorando mi casa (el planeta) con su mero mantenimiento. ¿Qué es lo próximo que se espera de mí?  Que no piense, porque si no me daré cuenta de que estoy cansado y aburrido y que cada vez creo menos en este sistema corrupto. Lo que no se espera de mí, es que sepa levantarme y decir basta. Podría ser el próximo capítulo de Black Mirror, pero por desgracia las esperas suelen ser más imponentes que cualquier sugerencia de Netflix. Y la realidad es que somos una sociedad que se mira en un espejo negro en el que pocas veces encuentra más luz que la ficticia de los filtros de Instagram. Porque nos hemos dedicado a tapar la realidad, tapamos la verdad, tapamos lo real, con sobredosis de postureo y mucho maquillaje. La buena noticia, es que al final, casi siempre, lo que se espera de mi se queda en una simple espera. ¿Sabes lo que «no» se espera de mí? Que pinte por fuera del dibujo que te enseñan, que me salga de los márgenes, que me acompañe continuamente el pensamiento crítico, que me mueva cuando te suben el agua, la luz, cuando me roban los intermediarios y las grandes superficies, cuando me van quitando poco a poco mi modo de vida, mi mundo, “EL MUNDO RURAL”. Pero eso precisamente es lo que hago, porque “SOY UNA OVEJA NEGRA”. Te dije que me encantan las ovejas negras. Porque son inesperadas, pero también respetadas.

Por decisión del propietario, no se aceptan comentarios anónimos. Registrate para comentarlo.
Imágen de usuario

cuanta ignorancia

Por decisión del propietario, no se aceptan comentarios anónimos. Registrate para comentarlo.