PROCESOS DE EVOLUCIÓN SUPERIOR.-
GERMÁN MARTÍN CASTRO
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Libro III
CAPÍTULO 5º.- NUEVA ERA, LLAMADA DE ACUARIO.- (1).
Empezaremos explicando en primer lugar, la situación de la vida y de los pueblos en el comienzo de esta Era de Acuario, para enseguida exponer con toda claridad la solución a toda la problemática que afecta a la raza humana, al planeta y al universo.
Así pues, en los comienzos de esta Era de Acuario, lo primero que debemos exponer por última vez (pues lo hemos dicho y justificado varias veces en el primer libro de esta publicación), es, que la forma de entender y vivir la vida que la raza humana sigue bajo toda clase de culturas que le han regido y la siguen rigiendo, (incluida la cultura y civilización occidental, que sin duda, es la que marca el progreso y evolución de los pueblos llamados civilizados), NO HA SIDO NI ES LO SUFICIENTE CORRECTA NI DEL TODO ADECUADA PARA EL VERDADERO PROGRESO Y EVOLUCIÓN DE LA VIDA, DE LAS PERSONAS, DE LOS PUEBLOS, DEL PLANETA TIERRA Y DEL COSMOS.
Ello no implica que haya sido o que sea del todo mala o inútil, sino que a causa de que es de todo punto incompleta y que tiene necesidad de cambios y arreglos importantes, no ha conseguido lo que en realidad era menester.
Para justificar nuestros asertos, lo primero que vamos a alegar, es los desacertados, e injustos RESULTADOS QUE SIEMPRE SE HAN DESPRENDIDO Y SE DESPRENDEN DEL USO IMPROPIO QUE EL SER HUMANO SIEMPRE HA TENIDO QUE HACER, AL NO CONOCER Y POR TANTO NO SABER RESOLVER EL BINOMIO VOLUNTAD, PODER, FUERZA, DINERO Y ECONOMÍA, (polo positivo, eléctrico, masculino, voluntad, decisión y magia por un lado), y LIBERTAD, RAZÓN, JUSTICIA, SOLIDARIDAD, (polo negativo, magnético, femenino, libertad y alquimia por otro).
Afirmamos pues que, en efecto, siguiendo la interpretación y significado que la cultura y civilización occidental ha dado y sigue atribuyendo a esas valores expuestos en el párrafo anterior, (IGNORANCIA O DESCONOCIMIENTO DE LA POLARIDAD UNIVERSAL), la raza humana (salvo alguna excepción) se encuentra en la situación tan anómala, irregular, inconformista y ambivalente en que en la actualidad está.
La prueba de lo que decimos es fácil de asumir viendo y comprobando el estado y situación vital de la sociedad actual viviendo bajo esas normas, ya que es patente que cualquier ser humano bajo esas normas encuentra grandes y graves dificultades en el cumplimiento de los imperativos, impulsos y deseos inherentes a su personalidad, lo cual, produce además dolores y sufrimiento sin causa, y a veces frustraciones vitales que perturban la existencia y progreso de las gentes.
Por eso es patente que en los tiempos actuales, casi todo parece estar, si no distorsionado, al menos un tanto trastocado o desvirtuado, y no es de extrañar que estén surgiendo nuevas formas de ver y encontrar alguna línea o vía que les haga comprender y vislumbrar que no todo tiene que darse por perdido, y que sin duda tiene que haber alguna solución o alivio a la situación actual en que está el ser humano y a los graves problemas que le afectan.
Hacemos hincapié en el hecho de que gran parte del pueblo sano y paciente, comprueba que muchas de las Leyes y Normas que rigen son verdaderamente inadecuadas, por la simple razón de que al provenir casi todas de tiempos pasados autoritarios y absolutistas, es lógico que sean injustas, por lo cual (el pueblo) las gentes, quedan siempre en franca debilidad no solo ante la vida, la autoridad y las costumbres, sino también ante ellas mismas.
Igualmente el pueblo contempla y mira anonadado, como los bienes, la riqueza, el dinero y los mercados siguen estando (como siempre) en manos de unos cuantos poderosos y ricos, lo que implica necesariamente que el pueblo (como siempre) queda subordinado a los intereses de los que poseen los bienes y riqueza, además de quedar sometidos a la fuerza y al poder, como y hemos expuesto antes.
Por otra parte, no es de extrañar, que tanto los gobiernos como las personas, se encuentran como dentro de un laberinto y bucle socio-mercantil-político-económico-financiero, que como verdadera TELA DE ARAÑA, engarza la mayoría de las actividades y proyectos de la vida y la existencia.
Dentro de las clases medias, siempre inestables, algunas han conseguido, y aún consiguen, entrar en el gremio de los poderosos; otro grupo de clase media se mantiene en su posición con gran esfuerzo, y algunos otros meramente luchan para no volver al estado proletario de donde habían conseguido salir después de grandes esfuerzos y de vencer enormes dificultades de todo tipo.
Algunos profesionales de prestigio, y cierto número de autónomos, perviven adecuadamente, porque sí consiguen establecer una especie de clase imprescindible o privilegiada siempre favorable a los poderosos; sin embargo, una buena mayoría de profesionales y autónomos consiguen sobrevivir, a pesar de los gravámenes a los que tienen que hacer frente, porque suponen una especie de soporte para que las clases poderosas se mantengan como tales, y no entren en oscilación frente al pueblo.
Las humanidades se ven obnubiladas porque el declive de sus valores es evidente, no porque la gente sea peor, sino porque al haber más cultura y más libertad, la gente no acepta tan ligeramente las creencias y las normas que nuestros antepasados admitían sin rechistar.
Las religiones no consiguen cimentar sus posturas en la ética y la justicia, porque el ambiente reinante tiene concomitancias sociales que los credos religiosos se empeñan en no contemplar ni tener en cuenta.
El arte y el ocio siguen teniendo la misma importancia o más que antes, pero por causas diversas, están un tanto empantanados o semidormidos, y aunque su importancia nunca decrece, cuesta mucho tenerlas en cuenta, a causa principalmente de la preponderancia indiscutible de la interpretación interesada (dinero y economía) de la vida.
Las clases proletarias: artesanos, operarios, ministriles de todo tipo, siguen como siempre considerados y tenidos como soporte material de la existencia, para que las clases superiores puedan mantener su ostentórea e ignominiosa forma de vida, porque se supone que eso es lo normal.
La vida laboral, en los últimos tiempos, estaba llegando a un nivel o situación digna y justa como el ser humano merece, gracias sobre todo a los empujes de la ilustración y a los esfuerzos sociales políticos y económicos de los siglos XIX y XX.
Por el contrario, en los tiempos actuales, la vida laboral está volviendo descaradamente a condiciones bochornosas e injustas muy parecidas a las que obraban en tiempos feudales.
Desde luego hay bastantes razones para que ello sea así, entre las que se encuentran principalmente el tsunami liberal económico y bancario, el progreso tecnológico desenfocado y el miedo espantoso de las clases poderosas a una sola palabra “DEMOCRACIA”, o sea la atávica oposición a que el pueblo sea capaz de regirse por sí mismo.
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