Jacques Bergier...
Los libros condenados...
JACQUES BBERGIER. (Odesa, 1912-1978), fue un ingeniero químico, alquimista, espía, periodista y escritor francés de origen ruso, autor de varios superventas de realismo fantástico de los años 70, como El retorno de los brujos escrito junto a Louis Pauwels.
Nacido en el Imperio Ruso, hijo de un verdulero judío, su familia emigró a París cuando era niño, y allí se hizo Ingeniero Químico. Se dedicó a la investigación en Física nuclear y en 1936 descubrió, junto al físico André Helbronner, la utilización de agua pesada para frenar neutrones. Realizó la primera síntesis de un elemento radioactivo, el Polonio, a partir de Bismuto e Hidrógeno. En 1940 presentó en la Academia de Ciencias un dossier sobre la posibilidad de producir una Bomba de Hidrógeno. También se aficionó a la alquimia y llegó a asegurar que había obtenido Berilio a partir de Sodio. Durante la Segunda Guerra Mundial fue miembro muy activo de la Resistencia francesa y colaboró en operaciones muy importantes de espionaje a favor de los aliados.
Fue un niño prodigio que sabía leer a los dos años y era políglota a los cuatro; un lector rápido capaz de devorar diez libros al día, que poseía memoria fotográfica. Debido a su fama de sabio despistado fue incluido por Hergé en una aventura de Tintín (Vuelo 714 a Sydney).
La tesis principal del libro es una teoría conspiparanoica, que sugiere que es posible que exista una antigua sociedad de «hombres de negro» encargada de destruir a través de los siglos libros peligrosos, que desvelaban información demasiado avanzada que podría acabar con la humanidad. Pero después comienza lo más interesante, diez capítulos sobre otras tantas obras, entre la leyenda urbana y el mito, tratados misteriosos de contenido desconocido, como «El libro de Toth», «Las estancias de Dzyan», la «Esteganografía» de Tritemo, el «Manuscrito de John Dee», el «Manuscrito Voynich», el «Manuscrito Mathers» o «Excalibur», el libro que vuelve loco a quien lo lee.
CAPÍTULO I
El libro de Toth.
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