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Comentarios
Hace ya más de diez años que el avión de spanair se estrelló al despegar dejando solo 18 supervivientes mal heridos y un mar de dolor. En ese accidente murieron los miembros de un bufete de abogados de Las Palmas y parte de sus familiares. Nunca olvidaré ese bufete porque mi abogada pertenecía a él. Antes de morir claro. La cabrona estaba compinchada con mi ex y no gané ningún juicio. La verdad, mis sentimientos fueron encontrados cuando me enteré de su muerte. No sabia si sentir pena o descorchar una botella de champagne. Pero eso es otra historia. El caso es que perdí unos papeles y tuve que hacerles una visita. En la puerta del edificio rezaba un cambio de domicilio así que me dirigí a la nueva dirección. Recuerdo aquel bufete como un lugar muy atareado lleno de abogados y administrativos correteando de un lado para otro con el culo apretado y una sala de espera siempre con gente. Pero en el nuevo despacho solo había una triste y solitaria secretaria. Por ir al grano la secretaria me contó que todos los miembros del bufete habían ido muriendo uno a uno y solo quedaban ella y un solo abogado. Cuando no era un accidente aéreo era de trafico y cuando no un cáncer terminal repentino. Me conto que se mudaron porque le cogieron miedo al antiguo despacho y que, aun así, estaban desojando la margarita de cerrar el bufete definitivamente. No pasaba tanto miedo desde que Marilyn rossner se me quedo mirando 5minutos en una conferencia. Que fea es la cabrona, con razón los espíritus salieron todos pitando en poltergeist. Ironías a parte, la historia es verídica. Espero que les gustara.