Has elegido rechazar las cookies basadas en consentimiento que utilizamos principalmente para gestionar la publicidad. En adelante, para acceder a nuestra web tienes que elegir alguna de las siguientes opciones.
Premium
3,99 €/mes o 39,90 €/año
Sin publicidad y mucho más
Plus
Por 9,99 €/mes
Contenido exclusivo y sin publicidad
Si has cambiado de idea, puedes aceptar las cookies y continuar usando iVoox de forma gratuita.
Con tu consentimiento, nosotros y nuestros 813 socios usamos cookies o tecnologías similares para almacenar, acceder y procesar datos personales, como tus visitas a esta página web, las direcciones IP y los identificadores de cookies. Algunos socios no te piden consentimiento para procesar tus datos y se amparan en su legítimo interés comercial. Puedes retirar tu consentimiento u oponerte al procesamiento de datos según el interés legítimo en cualquier momento haciendo clic en ''Obtener más información'' o en la política de privacidad de esta página web.
Nosotros y nuestros socios hacemos el siguiente tratamiento de datos:
Almacenamiento y acceso a información de geolocalización con propósitos de publicidad dirigida, Almacenamiento y acceso a información de geolocalización para realizar estudios de mercado, Almacenar la información en un dispositivo y/o acceder a ella , Datos de localización geográfica precisa e identificación mediante análisis de dispositivos , Publicidad y contenido personalizados, medición de publicidad y contenido, investigación de audiencia y desarrollo de servicios , Uso de cookies técnicas o de preferencias.
Comentarios
Nada más que añadir a lo dicho sobre la exclusión, extirpación o expurgo, como se quiera llamar a la barbaridad que supone eliminar clásicos de las bibliotecas en base a la corrección (supuesta) política olvidando la trayectoria, el motivo, el por qué de la tradición. Profesoruchos y padres que deciden algo así me ofrecen poca o ninguna confianza si no están capacitados para ver y entender más allá. Toño, ya te voy haciendo hueco para ese libro junto a la tropa de Aguanaz, Israel y amigos, así que ya sabes. Una semana más, gracias por el programa, que, por cierto, se escucha en bucle con facilidad. Apertas
Gran Programa, me encanta la mitología nórdica, la música una pasada. Coincido plenamente con vosotros respecto a prohibir un libro, el que sea, empezaremos con pequeñas cosas y acabaremos todos alienados, con un único pensamiento. Que me vais a decir cuando esa misma gente tiene como héroe a Luis Company, un asesino de los pies a la cabeza. Os habéis quedado cortos, son unos incompetentes, unos auténticos sinvergüenzas, coartar la cultura hacia una dirección muy bien dirigida es de psicópatas. Ahora sí el lobo es travesti y la abuela lesbiana seguro que hasta lo estudian.
¡Muy entretenida y divulgativa la sección de Marcos Goitia...un monstruo!.
Gracias por el programa.Acordaros de dar las gracias a Divulgadores del Misterio por poner la conferencia de la Casa de Cantabria en Madrid para que la disfrutemos los que no estuvimos alli.
Muy buen programa, me encanta todas las historias de mitología que contáis sobre todo, y la canción del final se sale. Un saludo.
No pueden juzgarse las tradiciones históricas desde una sociología presentista.
Hola: Mi comentario va sobre el tema de la prohibición de los cuentos clásicos. Lo primero que quiero decir es que entiendo vuestro enfado. Lógicamente, si vuestra pasión trata precisamente en recopilar esas historias y leyendas de los pueblos y del pasado para que no caigan en el olvido, es comprensible vuestra postura. Lo segundo que quiero decir es que yo tampoco estoy de acuerdo con esa prohibición. Yo misma leo y regalo este tipo de cuentos clásicos a los críos de mi familia. También soy muy lectora y no soy partidaria de que se prohíba ningún tipo de libro. Además, creo que la mejor manera de formar un pensamiento crítico es empaparte de todo y luego ya que cada cual separe el grano de la paja. Dicho esto, creo que vuestros calificativos para con los maestros o docentes que han tomado esa decisión estaban fuera de lugar. Para no polarizar todo tanto como se hace hoy en día, podría ser bueno intentar entender por qué han tomado esa medida sin quedarse solo en "no tienen ni idea de lo que es un cuento clásico ni para qué sirve y su única neurona no les da para más". Vosotros dijisteis que os parece muy grave y que os preocupa esta decisión. Bien; tal vez, a ellos les parece grave y les preocupa la desigualdad que hay en nuestra sociedad, la violencia machista, etc. etc. Y, tal vez, han creído que su granito de arena para ayudar a acabar con esa lacra consiste en no utilizar en su trabajo estas historias, las cuales muchas de ellas reflejan -no nos engañemos- unos roles de género en los que a las chicas solo se les valora por ser jóvenes y guapas y su único cometido en la vida es casarse y tener hijos (simplificando mucho lo que podríamos decir al respecto). Podrá ser acertado o no; pero en resumen, y es lo que venía a querer decir, es que demonizar a estos educadores así sin más, como habéis hecho no me parece justo ni forma de fomentar un debate sano. ¿Más datos sobre el "bicho blanco"? Deseando escucharlo! Gracias por la compañía, hasta el próximo domingo.