Un saludo queridos oyentes. Continuamos con Descartes en este caso con un capítulo dedicado a la Metafísica, donde abordamos con detalle (y con la densidad que en ocasiones caracteriza a Copleston) el tema del Cogito como fundamento de toda certeza y el de la existencia de Dios como razón necesaria para que pueda haber verdadera ciencia.
Hay que dejar claro que Descartes no fue como Occam un enemigo del papado y la escolástica, sino ante todo un escéptico que trata de abrirse camino entre los densos nubarrones del relativismo. Si hemos de buscar un parangón lo hallamos sin duda en Sócrates que hubo de lidiar con los sofistas de su tiempo. El ateniense creó una dialéctica para formular verdades universales, mientras que el francés confeccionó un método basado en la claridad y distinción de las matemáticas. Pero al parecer, Descartes, al querer erigir un edificio de una ciencia filosófica verdadera y cierta contra todo ataque escéptico, cayó en un círculo vicioso al querer pasar del Cogito a la demostración de la existencia de Dios. Esta debilidad o grieta en su sistema desembocaría en las formas a priori de Kant y el rechazo por este de toda posibilidad metafísica. Ya dijimos en otra ocasión que el abandono de la doctrina de la analogía producirá una ceguera en la filosofía moderna con respecto a la metafísica y la comprensión de los trascendentales.
Aviso que este audio es denso, por lo que recomiendo tomarlo a sorbitos, como cuando tomamos un café caliente. Gracias por su seguimiento, no duden en dar un "Me Gusta".
Audio con los siguientes 7 apartados:
1. COGITO ERGO SUM. Descartes utilizó la duda metódica para descubrir si había alguna verdad indudable. "Pienso, luego existo" es una intuición de la propia existencia, no una deducción silogística. Por la palabra "pensar" entiende todo aquello de lo que somos conscientes como operante en nosotros, no solo inteligir o querer, sino incluso el sentir. Es la verdad indubitable sobre la cual fundamenta toda su filosofía.
2. EL PENSAR Y EL SUJETO PENSANTE. No puedo dudar de mi propia existencia sin afirmarla, pero todavía dudo de si existen cosas materiales. Y es que el pensamiento puede afirmarse sin referencia al cuerpo. En la afirmación inicial de la duda metódica, dio por supuesto que la mente es una substancia, lo cual no probó en un principio, pero sí más tarde. Para algunos esto da lugar a un círculo vicioso.
3. EL CRITERIO DE LA VERDAD. Habiendo descubierto ya una verdad indubitable, Cogito, ergo sum, quiere descubrir un criterio general de certeza: El Cogito no se lo proporciona. Ese criterio es la regla general de que todo lo que se percibe clara y distintamente es verdadero.
4. LA EXISTENCIA DE DIOS. Es necesario probar la existencia de un Dios perfecto que disipe la radical o hiperbólica duda del "malin genie", pues de no haber Dios, sería imposible ir más allá de mi propia existencia y por supuesto de elaborar ningún tipo de ciencia; sin Dios, el Cogito se hunde en las tinieblas del más oscuro escepticismo. Renato habla así de Dios: "Por la palabra Dios entiendo una substancia que es infinita, independiente omnisciente, todopoderosa y por la cual yo mismo y todo lo demás hemos sido creados". Desde el Cogito nuestro filósofo se eleva a Dios, como fundamento de su propia existencia, así como de las ideas de infinito y de Dios que alberga en su mente (si no ¿de dónde nos vienen estas ideas?). El filósofo de hecho usa pruebas clásicas medievales de la existencia de Dios, pero no a partir de las cosas naturales, sino desde el propio pensamiento, y esta es una gran diferencia con respecto al método tomista. Además echa mano de la prueba ontológica que formuló Anselmo de canterbury en el siglo XI, y que santo Tomás rechazó como inservible.
5. LA ACUSACIÓN DE CÍRCULO VICIOSO. En las meditaciones metafísicas infiere que Dios existe, como ser supremamente perfecto y que no puede engañarme. Él me faculta a aplicar el criterio de verdad. Pero algunos afirman que cayó en un círculo vicioso. Es el siguiente: Debe demostrar la existencia de Dios para fundamentar el criterio de claridad y distinción más allá del Cogito; pero ¿puede probar la existencia de Dios y la prueba sin hacer uso del criterio mismo? Parece que la prueba con el mismo criterio que quiere fundamentar al establecer la existencia de Dios. El Francés se defiende diciendo que con las pruebas de la existencia de Dios fundamenta lo que fue provisional antes de probarla, pues además procedió con suma cautela a rechazar todo lo que no fuese claro y distinto. En otros lugares dice que la existencia de Dios fundamenta la posibilidad de certeza en las ciencias, no en la posibilidad de percibir algo como verdadero. En todo caso el debate queda abierto.
6. LA CERTEZA DE LAS MATEMÁTICAS. Habiéndose asegurado que no podría caer en ningún error con su Método, el Turenés pasa a justificar su creencia en la certeza en las matemáticas puras y su valor para el método científico.
7. EL ARGUMENTO ONTOLÓGICO. Para descartes es un argumento de suma importancia, y en su obra Principios de Filosofía lo utiliza en primer lugar. Sostiene que la idea de Dios es una idea innata.
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Música: Marin Marais.
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Comentarios
Muchisimas gracias por este bello trabajo. Un cordial saludo.
Un saludo geojuanan. Leibniz representa un racionalismo abrumador, Un desarrollo en clave pluralista del Turenés.
Pues yo espero a Leibniz y su encaje con la ciencia actual..Gracias por espaciar los tremendos contenidos. Se agradece el respiro para su asimilación
Saludos Gabriel.
Esperando a Pascal para q le ponga a Descartes las cosas en su sitio, un saludo y gracias