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Comentarios
2 catetos hablando gilipolleces. Pero vosotros no teneís idea de nada. Uno, el anfitrión, le fascina hablar de sí mismo (menos mal que solo he escuchado este episodio, con uno es suficiente). Tío tu tienes un ego muy grande, pero no creo que sea igual tu polla; y el otro más pelmazo no puede ser, creyéndose escritor. Macho, tu blog no solo es un disparate mayúsculo, porque me picó el gusanillo de saber quién coño eres; pero es que de escritura no sabes ná. Le sugiero una vueltecilla por las reglas de gramática para que se entere lo que es la sintaxis y entonces podeís hablar de escritura. Vamos, no dudo que su padre haya tenido que hacer malabares corrigiendo la sarta de disparates que ha escrito este macho en su llamado poemario, que de un plumazo debe ser un fracaso. Vamos, es que ambos lo podeís meter en un molino de viento que se queda inerte; no sacais una neurona de ese agujero negro de historias mal hilvanadas. Firmado por uno que ha flipado, pero de mamonerías, porque ni con pisco se soporta a estos capullos. Pero algo me habeís probado y convencido, cualquiera puede tomar un mic y decir sandeces; de eso no hay duda. No en balde la radio no es para vosotros, nadie los contrataría ni con LSD, salvo que sea la radio de un pueblo fantasma que nadie sintonice. Me cachis en la mar...
perate, que claje de mielda