Bienvenid@s un bosque habitado donde recibimos una de las grandes lecciones de la Naturaleza: el resurgimiento tras un desastre. El renacer con más esplendor tras una crisis. Charlaremos con Joaquín Araújo, en una suerte de encuentro ambiental, social y filosófico, sobre la enseñanza que la madre naturaleza imparte a todos los seres vivos. Dice Araújo que la catástrofe, como muerte biológica que es, lleva implícito el resurgir de una nueva oportunidad. A veces, extraordinariamente radiante. Incluso hasta llegar a su antítesis. Aprenderemos de la primera maestra del universo que lo que acaba siendo un apocalipsis se puede convertir en un génesis. Porque los desastres naturales, los colapsos, las catástrofes originadas por el planeta, tienen casi todos que ver con sus propio sustrato geológico… Reflexiona, trasciéndelo a otros planos de pensamiento. Bajo nuestros pies, habita un gran magma ardiente, una circunstancia de vida que puede provocar la inestabilidad de las placas continentales en constante fricción. Y tienen lugar, de vez en cuando, terribles desastres naturales que escapan del entendimiento humano y que después, increíblemente para nuestra comprensión, se convierten en la gran sorpresa del nacimiento de bellísimos y biodiversos paraísos. El gran emboscado Joaquín Araújo nos acompaña en un paseo meditación donde aprenderemos que los seres vivos, en acompasada y sabia colonización, devuelven la vida, más rica si cabe, a un lugar arrasado por un desastre natural. Nada que ver con las catástrofes, como el cambio climático o la extinción de las especies, provocadas por nuestra civilización actual, que Araújo llama “Capítulo de los Suicidios”. Nos acompañan en este nuevo reseteo de la conciencia ambiental, filosófica y moral, James Lovelock, Raúl de Tapia que es Raúl Alcanduerca, Plinio El Viejo, Ignacio Abella, Antoine de Saint-Exupéry, Edward Wilson, Juan Quesada del Corral y “El último hombre en la tierra”, que no es otro que Coque Malla y el título del álbum que hoy nos inspira musicalmente. Así que, cual Ave Fénix, disponte a resurgir, busca los nutrientes en tus raíces más profundas y emerge, renace, resucita... Porque estás entrando en territorio habitado por naturalistas, pero territorio conmovido… ¡Arriba las ramas! Escuchar audio
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