Continuamos nuestro doble monográfico dedicado a Daphne Oram, una figura fundamental en la música electroacústica británica, si bien no demasiado conocida aún debido a una desafortunada serie de circunstancias (así, como, desde luego, a las dificultades que la compositora experimentó por el mero hecho de ser mujer). Nacida el 31 de Diciembre de 1925 en Devizes, en el Sudoeste de Inglaterra, y fallecida el 5 de enero de 2003, la vida musical de Oram -que de niña había recibido estudios de piano y órgano, así como de composición musical- quedó marcada cuando, a los dieciocho años, comenzó a trabajar para la radio pública británica, la BBC. Desempeñándose allí como técnico de sonido, y sólo ocasionalmente como compositora, Daphne Oram protagonizó toda una campaña en la propia emisora para que los equipos de sonido fuesen puestos a disposición de los artistas, y así éstos pudieran desarrollar nuevas técnicas para el diseño sonoro y la creación de música electrónica. De esta manera, Oram devino una de las principales impulsoras para que, en abril de 1958 -es decir, hace ahora sesenta años-, se creara el taller radiofónico de la BBC (el "BBC Radiophonic Workshop"). Esta importante institución, inspirada por la experiencia parisina del GRM ("Groupe de recherches musicales", heredero a su vez del "Groupe de musique concrète"), así como por el laboratorio de música electrónica de la WDR (Westdeutscher Rundfunk) alemana, no solamente permitió crear las composiciones electroacústicas que acompañarían a las producciones radiofónicas -y, más adelante, también televisivas- de la BBC, sino que se configuró como un importante centro de experimentación e investigación en el ámbito de la creación musical con medios electrónicos. Autores como Delia Derbyshire, David Cain, John Baker, Paddy Kingsland y Glynis Jones pudieron, así, desarrollar su trabajo compositivo.
Pero Daphne Oram, a pesar de ser la primera directora del taller radiofónico de la BBC, no se conformó con experimentar con efectos de sonido y músicas de acompañamiento, sino que -en un gesto que muchos de sus colegas nunca entenderían- abandonó esa institución y, ya en 1959, creó su propio estudio de grabación, en el que continuó experimentando y, de hecho, desarrolló una técnica específica de creación de sonidos electrónicos (que permitía dibujar directamente los sonidos sobre celuloide, en películas de 35mm) bautizada como “Oramics”. Por razones económicas, en ese nuevo estudio Daphne Oram siguió trabajando en composiciones para cine y televisión, pero también llevó adelante obras electrónicas destinadas a las salas de concierto. Esta labor se prolongó, no sin dificultades, durante las siguientes décadas, si bien a mediados de los años noventa del pasado siglo la compositora sufrió dos accidentes cerebrovasculares, y la repentina pérdida de las funciones mentales le obligó a recluirse en un hogar para ancianos. Gracias a la ayuda de las enfermeras pudo vivir algunos años más, hasta 2003. Daphne Oram murió prácticamente en el anonimato, poco después de haber cumplido 78 años. Para entonces, la mayor parte de su obra era desconocida por el gran público. Por su parte, buena parte de los relatos "canónicos" de la música contemporánea habían ocultado, con mala intención en algunos casos, gran parte de los logros que había alcanzado en el terreno de la música experimental. Sólo en los últimos años se está consiguiendo recuperar, difundir y poner en valor el trabajo de esta importante artista, cuya obra nosotros celebramos en estas dos ediciones de Ars Sonora.
En esta segunda parte del doble monográfico dedicado a Daphne Oram escuchamos y comentamos algunas obras que nos proyectan hacia el final de la década de los años sesenta del pasado siglo, como "Pulse Persephone" (1965), "Contrasts Essconic" (1968), "Brociliande" (1969/70) o "Pompie Ballet" (1971), y que revelan las posibilidades de fascinantes posibilidades del sistema "Oramics", así como la creatividad y maestría de una compositora que sin duda merece un reconocimiento mucho mayor del que hasta ahora ha alcanzado.
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