81 - Fantasmas y aparecidos
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Comentarios
Pedimos disculpas por el error del gramaje. En futuros programas corregimos esa información. Gracias. Jaa na !!
Por favor. Antes de hablar de algún tema, conviene informarse. Porque han hecho un batiburrillo que no hay quien se aclare.
21 gramos no 32 gramos dicen que pesa el alma.
Estuvo genial el episodio, yo pediré que me disfracen de garnet antes de morir jejejejeje
Buen programa amigo.
Experiencia con fantasmas. Tuve una experiencia bastante curiosa en el bosque de El Centinela. Fue en mis años de prepo o de prepa XD Solía ir mucho a ese bosque en bici, porque en aquellos años si se podía (hoy en día los automovilistas están demasiados locos y se creen dueños de las calles y con gusto te aplastan, seguro), bueno, la cosa es que iba mucho a ese sitio en mi bicicleta. Solía pararme donde comienza la parte del barranco, un lugar muy hermoso por la vista y por las enormes rocas que posee. Como yo cargaba mi bicicleta, siempre estaba al pendiente de la misma, ya que al bosque acuden bastantes personas. Ese día el lugar estaba algo solo, y recuerdo, que cuando volví la vista hacia atrás para vigilar mi bicicleta, como a unos tres metros de la misma vi a una mujer, estaba parada de lado, yo sólo podía verle el perfil y no alcanzaba a distinguir su rostro. Recuerdo que esta mujer vestía ropas claras, un pantalón rosa, tenis blancos y una blusa de manga larga. Cuando mire de nuevo hacia el barranco y después hacia mi bici, la mujer ya no se encontraba en el lugar, cosa que no me extraño, tome mi bicicleta y pedalee hacia la presa que hay en el bosque, cuál va siendo mi sorpresa al encontrarme de nuevo con esta mujer, pero algo alejada y de nuevo, en la misma pose que antes. Fue en este punto donde me extraño la forma tan rápida en que llegó de un punto a otro, ella a pie y yo en bicicleta, además de que no se movía, note que NO SE MOVIA. Decidí entonces salir del bosque no por la carretera que da a Plaza San Isidro, sino por la colonia “fea” que está al otro extremo del bosque. Ya llevaba un tramo recorrido cuando, de nuevo, la vi. Misma pose en la que solo podía verla de perfil y sin moverse, El Centinela es un bosque con mucho viento, pues el cabello de esta mujer no se mecía con el mismo. Y además, agreguemos la velocidad a la que se movía. De nuevo, ella a pie y yo en bicicleta. Solo recuerdo haberla visto tres veces, y eso no fue lo más extraño. Por sentido común, yo suelo alejarme de cualquier cosa o persona que me resulte extraña o amenazante, y mi primer instinto fue alejarme de ella y salir del bosque tan pronto como me fuera posible. Y aquí viene lo curioso: Para salir del bosque, yo debía tomar un camino algo pesado, pues este iba de subida, por lo cual mi marcha siempre era lenta. Pero en esta ocasión la bicicleta parecía ir rodando sola, no sentí la subida, la velocidad que llevaba era muy buena, durante todo el camino, desde que viera a esa mujer por última vez, una corriente de viento que arrastraba hojas en mi dirección, me fue siguiendo, ahora sí que literalmente, pisándome los talones, o las llantas de la bicicleta. Cuando por fin llegue a los lindes del bosque y pude ver a unos metros la cerca de piedra y la salida, el viento simplemente ceso y entonces me detuve para intentar aclarar mi cabeza. Salí del bosque, aún en día me pregunto ¿qué fue eso? y decidí que esa bicicleta era irremplazable. Si hacen especial de aparecidos me invitan, tengo infinidad de historias, mías y de familia.
Alma, espíritu, anima, anima en pena, fantasma, espectro… Entonces, si hablan acerca de que “el alma” está formada en parte por los recuerdos de la persona, por lo que era esa persona en vida, eso quiere decir que un “anima en pena” es esa alma que se niega a olvidar su anterior vida y por ello, no puede trascender, y por lo tanto pena. Me gusta esa teoría, pero ya la he leído en repetidos lugares. Por allí leí una teoría acerca de que los espíritus, fantasmas, espectros etc. no son otra cosa que una manifestación de vida propia de la misma naturaleza de la Tierra, pero son sobrenaturales porque nosotros, humanos, es una manifestación de vida que no comprendemos. Es como la teoría de las dimensiones, los peces y las aves se mueven en una dimensión distinta a la de los humanos, porque unos vuelan y otros nadan, logrando movimientos con los que nosotros sólo podemos soñar. En lo personal me gusta imaginar al espíritu como un ente aparte de las almas humanas, de los fantasmas y de los espectros, y me gusta porque espíritu es algo libre e independiente, con una naturaleza propia, bueno, malo o con un gran cantidad de matices. Me ha interesado también el tema de las Cabezas de dragón, algo que desconocía y que he estado utilizando en mi cómic, es curioso como es esto, y es aún más curioso descubrir que no se puede crear o escribir de la nada.