El contenido de este audio es autoría de la Dra. María Luisa Zorrilla Abascal, profesora investigadora del Instituto de Ciencias de la Educación en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos en México. Para más información puede ponerse en contacto con al correo: maria.zorrilla@uaem.mx.
Lo que se denomina fake news o noticias falsas, no puede analizarse sólo a la luz de su contenido, pues son sus lógicas de flujo y circulación, en parte, las que construyen este fenómeno social. Si un blog dice que el Papa Francisco visitará la Luna es sólo una mentira. Pero si esa información se disemina aceleradamente, es decir, se vuelve viral, entonces puede decirse que se trata de una noticia falsa o fake news. Por tanto, este fenómeno es la combinación de contenidos y de dinámicas de dispersión.
Se dice que una noticia es viral, sea verdadera o falsa, cuando se trata de información que circula rápidamente a través de internet y de las redes sociales en línea. Este fenómeno es impulsado por la combinación de tres factores: a) Mecanismos y agentes automatizados; b) Motivaciones individuales; c) Dinámicas sociales.
En este primer apartado revisaremos brevemente los principales mecanismos y agentes que propician la propagación de la información de todo tipo, incluidas noticias falsas.
1) Recolección de datos conductuales (behavioral data collection)
Originalmente las herramientas para seguir la pista del comportamiento de los usuarios en línea fueron desarrolladas por la industria publicitaria, para ofrecer anuncios "a la medida" de los gustos y necesidades de los usuarios. Esta tecnología se conoce como "rastreo" o "tracking" y su forma más conocida son las llamadas cookies, que se depositan en los navegadores y que recaban y envían información de lo que hace un usuario en línea… es decir, qué sitios visita, qué información busca, etc.
Cuando visitamos un sitio web, podemos encontrar dos tipos de cookies, las de los propietarios del sitio (first party cookies) y las de sus anunciantes (third party cookies).
Los mecanismos de rastreo establecen perfiles de usuarios (preferencias, intereses, creencias) y se usan para dirigir información específica, según dichos perfiles.
Dado que violan la privacidad, en muchos países es obligatorio que los sitios desplieguen una advertencia respecto al uso de cookies y que el usuario acepte su uso en forma explícita o tácitamente.
Otra herramienta de rastreo es el web beacon o beacon. Son objetos de programación que se insertan en una página web (generalmente en páginas de alto tráfico en donde un tercero paga por instalar su beacon). Cuando el usuario carga la página, el tercero recibe una señal y manda su beacon para que rastree la actividad del usuario en el sitio.
Algunas de las herramientas más usadas en el rastreo son Google Adsense, DoubleClick, Google Analytics, Gravatar, Wordpress Stats y Facebook Connect. Si bien muchas de estas herramientas son usadas por anunciantes, también están siendo empleadas por quienes diseminan noticias falsas con diferentes propósitos.
Un problema importante con los rastreadores y los filtros de redes sociales que analizan el comportamiento de los usuarios para proveerles con contenido personalizado, es que terminan confinándolos a una "burbuja" de opiniones sociales y políticas que se reciclan en sí mismas, generando lo que se conoce como filter bubble.
2) Trolls, bots y "sock-puppets"
Otro mecanismo para la dispersión de las noticias falsas con las identidades falsas que se usan para desviar e influir en la opinión pública vía las redes sociales.
Los trolls pueden ser humanos o bots (robots) cuyos blancos son generalmente cuentas de Twitter de líderes de opinión a quienes buscan descalificar. Su estrategia es publicar mensajes provocadores para generar respuestas emocionales negativas.
Diferentes estudios que han revisado cuentas de trollers en torno a procesos electorales, por ejemplo, han detectado que es común que tengan perfiles similares entre sí, compartan seguidores y que sus cuentas hayan sido creadas en fechas iguales o cercanas, lo que permite identificarlos como cuentas títere ("sock-puppet") generadas con el único fin de agredir a blancos específicos. Cabe aclarar que no todos los trollers en línea son cuentas títere.
Los bots (nombre corto para robots) son programas que pueden comportarse como seres humanos en las redes sociales, interactuando con la información para compartir y generar reacciones. Esto permite que una noticia parezca ser muy popular, aunque dicha popularidad esté sostenida por un montón de usuarios falsos.
Se estima que entre 9 y 15% de las cuentas activas de Twitter son bots (Bounegru, L. et al., 2017). Una publicación del prestigiado diario inglés The Guardian reporta que en Rusia 45% de las cuentas más activas en Twitter son bots (Hern, 2017). Un artículo de Lazer, D.M.J. et al., (2018) indica que se estima una población de 60 millones de bots entre los usuarios de Facebook. Una noticia en el diario Excélsior (2018) reporta que también Instagram tiene numerosos usuarios "fantasma".
3) Manipulación de buscadores
Dado que Google es el buscador más usado en numerosos países, una táctica importante para las campañas de malinformación y desinformación ha sido manipular el algoritmo de búsqueda de dicho motor. Estas técnicas, conocidas como black hat SEO (SEO son las siglas de search engine optimization), se diseñaron para engañar al algoritmo del famoso buscador y dominar los resultados de la búsqueda por unas horas, antes de que Google corrija la distorsión. Quienes usan estas estrategias intentan llevar sus contenidos a los primeros resultados de las búsquedas.
Es preocupante saber que hay agentes tratando de engañar al algoritmo de búsqueda de Google para posicionar información falsa. Sin embargo, es más preocupante aún que de origen, el algoritmo de un sitio web tan popular como YouTube esté orientado a privilegiar contenido sesgado y/o conspirativo. Un artículo publicado en The Guardian (Lewis, 2018) afirma que el algoritmo de YouTube está diseñado para distorsionar la realidad. Por tanto, habría que revisar con ojo crítico los videos que nos presenta como más populares o recomendados.
Además de las técnicas de sombrero negro (black hat), hay técnicas más legítimas, pero que también pueden engañar al algoritmo de Google. Se basan en tres características que Google valora:
Contenido: En la medida que exista consistencia entre titulares, textos y palabras clave, el contenido será mejor puntuado.
Vínculos: Si el sitio es referido (vinculado) desde otros sitios web (backlinks) puede contribuir o no en su puntaje. Si son de sitios creíbles, incrementan el puntaje, si son de sitios spam, perjudican el puntaje. También cuentan links de redes sociales.
Popularidad: Cada clic de visitantes a un sitio mejora su puntuación.
4) Gestores de Redes Sociales
Otra estrategia para perfilar usuarios, es el uso de los llamados Social Media Management Services (SMMS) o gestores de redes sociales. Estas soluciones usan las analíticas de datos de los usuarios de redes sociales para dirigirles los mensajes correctos en el tiempo correcto, a través de canales múltiples en forma simultánea y automática. Algunas firmas que ofrecen estos servicios son Hootsuite, Sprinklr, Hubspot y Sprout Social. Estas herramientas buscan una mayor automatización en la gestión de contenidos publicitarios en redes sociales para que los grandes anunciantes puedan gestionar sus campañas sin necesitar de gestores humanos para ello. Esto se basa en inteligencia artificial (también llamada machine learning).
Como otras herramientas enumeradas en este apartado, aunque estos gestores fueron creados para la industria publicitaria, también están al servicio de dispersores de noticias falsas.
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