Es un sentimiento bastante común el tener miedo o verguenza al ir al gimnasio.
Este es un problema REAL y muchos de mis clientes se sienten de esta manera cuando están empezando a entrenar.
Generalmente, esta ansiedad se produce por 4 razones fundamentales:
1 Inseguridad Es la sensación de «No sé que hacer».
No sabes qué ejercicios hacer, no sabes cómo utilizar las máquinas, no sabes qué hacer si vas a usar una máquina y resulta que está ocupada. No sabes para qué sirve el ejercicio que estás haciendo.
Es básicamente como estar en una biblioteca y no saber leer.
Y aquí, el que tiene el papel fundamental de solucionar este problema y hacer que la persona se sienta mejor es el monitor de gimnasio o la persona responsable de la sala de musculación.
Sin embargo, es bastante común que en muchos gimnasios el monitor se despreocupe de estos asuntos o incluso que no haya ningún monitor a quien dirigirse.
Y esto es algo tristemente difícil de solucionar porque no depende de ti. Por eso, dentro de la Academia yo procuro brindar esa seguridad que muchas veces no te da el monitor de tu gimnasio (o bien porque pasa de ti o bien porque no existe), dándote los programas de entrenamiento para que sepas qué hacer, y cada uno de los ejercicios viene acompañado de un vídeo para que aprendas la técnica básica y los hagas correctamente y así tengas perfectamente claro qué es lo que tienes que hacer cuando pisas el gimnasio. Y luego además, siempre estoy a disposición de cualquier alumno para responder cualquier duda que pueda tener.
Así que, si tu miedo o tu sensación de vergüenza viene por la inseguridad de no saber qué hacer o cómo hacerlo, apóyate en el monitor de sala, que para eso está. Y si no está, pues entonces si confías en mí, métete en la Academia, que yo estaré encantado de hacer esas funciones y guiarte de forma virtual por el gimnasio.
2 Miedo a las comparaciones Cuando empiezas a ir al gimnasio, ves gente en mucho mejor forma que tú, con un mayor desarrollo físico y más experiencia y soltura en los ejercicios.
Es inevitable hacer comparaciones.
Pero son comparaciones que vas a perder.
De hecho, por mucho que avances siempre habrá alguien más grande y más fuerte que tú. Por eso es un error hacer comparaciones.
Sin embargo, puedes utilizar las comparaciones a tu favor. En lugar de entrar al gimnasio y ver gente que está mejor que tú, puedes ver todo el camino por recorrer y todo el progreso potencial que tienes tú.
Sería una forma de utilizar las comparaciones para motivarte en lugar de utilizarlas para hundirte.
3 Sentir que te están juzgando Esta es quizás la razón más común para que la gente tenga miedo a ir al gimnasio.
Nos da vergüenza pensar ¿Qué estarán pensando de mi?
Nos creemos que cuando pisamos una sala de musculación, todo el mundo empieza a juzgarnos y a reírse de nosotros. Pero eso no es así. Solo es así en tu cabeza.
Piénsalo, si la situación fuera la inversa. Si tú fueras la persona en muy buena forma ¿Te reirías de alguien que acaba de empezar a entrenar? Entonces, ¿Por qué crees que ellos se reirán de ti?
Lo que pasa es que muchas veces nos creemos el centro del universo y pensamos que todo el mundo está pendiente de nosotros. Pero esto es falso. La gente pasa olímpicamente de ti.
Además, las personas más musculadas y en mejor forma son precisamente las que menos probabilidades tienes de que te juzguen porque ell@s entienden el proceso y saben que algún día también estuvieron como tú.
Y en el caso de que sí que te juzguen (hay personas malas en todos sitios), eso dice mucho menos de esas personas que de ti.
Si una persona juzga a otra por estar gorda, esa persona tiene problemas mucho mayores que el sobrepeso de la otra persona.
Así que no te preocupes porque nadie te va a juzgar. Y en el caso de que lo hagan, lo harán a tus espaldas y no te vas a enterar, por lo que no merece la pena que te preocupes por algo que no puedes controlar.
4 Sentirte fuera de lugar Esto es algo que siempre te va a ocurrir. Cuando empiezas en el gimnasio te vas a sentir completamente fuera de lugar. Vas a sentir que no es tu espacio. Que no te desenvuelves igual de bien que en otros entornos.
Ya hablé de esto en el episodio sobre el viaje del héroe: La manera en la que afrontamos los cambios.
Pero la mejor manera de superar esta barrera y este miedo a ir al gimnasio, es saber que estarás incómodo y que cada día estarás un poco menos incómodo, hasta que el gimnasio sea un lugar amigable en el que disfrutes estar.
Pero esto ocurre con el tiempo.
La mayoría de la gente se rinde muy rápido y la única solución a este miedo a ir al gimnasio es el tiempo.
Estas son las 4 barreras por las que nos da vergüenza ir al gimnasio. Y si las soluciones propuestas no te alivian el miedo ni la ansiedad al ir al gimnasio, tengo un último truco para que pruebes.
En realidad, esta táctica sirve para cualquier cosa que te de miedo y que te estés planteando emprender. Solamente tienes que hacerte 2 preguntas:
¿Qué es lo peor que puede pasar si -escribe aquí lo que te estés planteando hacer-? Ejemplo: ¿Qué es lo peor que puede pasar si voy al gimnasio?
La segunda pregunta es:
Si ocurre eso que he contestado en la primera pregunta: ¿Sería capaz de vivir con ello? Si la respuesta es sí, entonces adelante.
Cuando hagas esto, te darás cuenta de que en la mayoría de ocasiones, el miedo es algo sobrevalorado.
Después de leer todo esto… ¿Sigues teniendo vergüenza a ir al gimnasio?
La entrada 134. Me da vergüenza ir al gimnasio se publicó primero en Fitness en la Nube.
Comentarios
Todos los monitores que he conocido han sido simpáticos y atentos, pero creo que no tenían mucha idea de lo que hacían 🤣 todos me decepcionaron, allí fue cuando me cansé y empecé a hacerme cargo yo misma de mi entrenamiento investigando leyendo, viendo videos, etc. y asi llegué a Fitness en la Nube. Recuerdo que la primera vez que pisé un gym, el monitor tenía un programa de entrenamiento personal propio 4 veces más caro que la matrícula del gym y yo lo pagué, me dije si este tipo está tan fuerte entonces sabe de lo que habla, así que lo vi como una inversión. Vi cambios en mi cuerpo pero después de 3 meses lo dejé, me ponía hacer 100 crunches y 30 burpees a penas llegar al gym y cada día aumentaba el número diciendo que ese era el calentamiento, además de los famosos 15 minutos en bici estática. A las 2 semanas estaba levantando 35 kilos con su ayuda, al final de la semana me ponía más y más peso y él me ayudaba a levantarlo. Nada tenía sentido, le pregunté porqué los cambios de pesos tan bruscos, me dijo que si podía levantar 35 kilos los pesos livianos los podría levantar mejor 🥴 queeee? Tenia una tienda de suplementos y quería que tomara quemadores de grasa para estar lista para el verano, le dije que no importaba yo tenía la vida entera para lograr el cuerpo de mis sueños, que quería que el gym formara parte de mi vida. En cuanto a la dieta, era horrible, 5 comidas al día en absoluto adaptada a mi estilo de vida y trabajo. Lo dejé porque era estresante para mí ese momento del día, más que mi propio trabajo, a veces deseaba que el trabajo no terminara porque sabía que al salir tendría que ir al gym, solo de pensar que iría a sufrir me ponía en un estado de ansiedad. Me sentí aliviada y a la vez muy fracasada cuando lo dejé, sentí que no tenía la disciplina suficiente para aguantar. Afortunadamente he encontrado en el camino mentores que me han abierto los ojos y sobre todo Fitness en la Nube me ha ayudado mucho en aprender sobre el estilo de vida que deseo tener, más saludable y más activo. Con sus cursos y talleres he podido entender muchas cosas y ese conocimiento es valiosísimo para mirar las cosas de forma crítica y analizar que te funciona y que no, solo puedo decir cosas buenas de esta academia y su aporte ha sido muy significativo en mi vida. Muchas gracias Luis 😉
Buenas tardes! He descubierto hace poco tu podcast y los voy escuchando poco a poco. Este capítulo me ha gustado mucho, ha sido un 2 en 1. Hablamos del gimnasio pero también sobre la empatía, algo tan importante.
Gracias, me ha gustado mucho. Yo apunto una razón más. En mi caso, me daba vergüenza el hecho de que la zona de máquinas y pesas siempre está ocupada por hombres, no hay mujeres como yo, si acaso eventualmente 1 ó 2 de unos 20 años ( yo les doblo la edad). Tuve que acostumbrarme a ello, pero no entiendo por qué las mujeres prefieren las clases grupales de power en dónde utilizan pesas y mancuernas, al trabajo individual de máquinas y nunca se les ve por allí. Supongo que a lo mejor por vergüenza también.